Por Oswaldo Guerra
Recapitulando un poco, como te decía en artículos anteriores, la ley de la atracción o la ley del magnetismo -como quieras llamarla- es muy poderosa, y aunque queramos escapar de ella es imposible, funciona como otras leyes universales que son infalibles.
También recuerda que atraemos aquello en lo que estamos pensando, ya sea que lo deseemos o no. Esto quiere decir, que en este aspecto es muy importante no ir por la vida inconscientemente, es bueno estar a un nivel de consciencia tal que logres despertarte y darte cuenta que tan nefasto puede ser mantenerte con unos hábitos inconscientes de atracción que como una marea te van a estar devolviendo lo que quieres, pero también lo que no quieres.
No solo atraes en lo que te concentras cuando piensas, no olvides que vas a atraer también aquello que más temes. No solo hay que vigilar pensamientos y temores; también tenemos que tener mucho cuidado al hablar, porque las palabras salen de nuestras bocas hacia el universo en forma de decretos y mientras más te quejes y mas negatividades digas, más cerca las tendrás de ti, o sea, que si tu propósito es alejarlas no lo vas a lograr si mantienes una actitud tal.
Ejemplo: Si cuando sales a la calle en tu auto temes un choque o un asalto, como tu mente se está concentrando en ello, no te asombres de que atraigas un accidente o te las tengas que ver con unos ladrones, porque sobre lo que piensas el universo te va a dar aunque no sea precisamente algo bueno.
Todo lo que acontece en nuestro mundo, es en respuesta a un deseo o pensamiento que está atrayendo la materialización de la idea o de lo deseado, por lo que todo, absolutamente todo, ya sea, repito positivo o negativo, ha surgido por mediación de una causa y un efecto, cada origen genera consecuencias y cada efecto tiene como génesis una causa. Esto es fácilmente visible: todo lo creado fue en principio una idea o una imagen en la mente de su creador. Sería absurdo pensar que detrás de un edificio no hayan existidos los planos del arquitecto que los proyecto.
Cuando nos quejamos por x situación, estamos contribuyendo no a su erradicación sino a su incremento o a la permanencia de la misma en nuestras vidas. No luchemos contra el mal, vivamos en pro del bien. Si te fijas bien, estoy hablando de dos actitudes diferentes y que van a generar resultados diferentes. Luchar contra el mal, la primera actitud, es como estar hablando de lo que uno no quiere y esto empeora la situación, es como llover sobre mojado. En cambio, pensar en el bien es atraer más bien.
El universo es como Aladino con su lámpara, un sirviente que interpreta lo que piensas como un pedido, sin discernir si es bueno o malo.
Como te prometí en el nacimiento del blog escribir en forma práctica, te ejemplifico más: ¿Qué crees que vas a atraer a tu vida si tienes una autoestima tan baja que vas por la vida con complejo de trapeador? Apelando a tu inteligencia imagino que ya sabes la respuesta… siguiendo con los ejemplos: si eres mujer puedes atraer a un marido abusivo y violento que se corresponda a tu forma de sentir. En cuanto cambies esa polaridad y eleves tu valor como persona los resultados estarán acordes a tu nueva vibración.
He aquí lo que podemos llamar el proceso de atracción: la ley de atracción siempre, siempre va a responder a la vibración que estamos emitiendo y te va a enviar, ya sabes, más de lo mismo creando un círculo de emisión-recepción.
Recuerda: cambia la polaridad y pregúntate qué es lo que en realidad quieres.
Otro ejemplo: Si estás enfermo lo que más deseas es tener salud, concéntrate entonces en tu deseo de tener más salud y energía, no te concentres en la enfermedad.
Cuando estas escuchando una emisora de radio y no te gusta lo que oyes, cambias de estación y seguro que detienes la aguja del dial en lo que si quieres oír, o sea, has cambiado de estación y te has conectado con otra frecuencia acorde a lo que deseas escuchar. Eso mismo puedes hacer si te lo propones con tu frecuencia vibracional, cambiar a una sintonía de fe, felicidad y cosas buenas.
Así estarás elevando tu frecuencia vibracional al nivel de lo que tú si realmente quieres. Y no olvides hacerte otra pregunta ¿en qué te estás concentrando?, en lo QUE QUIERES o en lo que NO QUIERES. Hablar de lo que si quieres será lo que te conducirá a salir del círculo de atracción negativa.
Hasta aquí sabemos que hay atracción negativa y atracción positiva, cual moneda de dos caras, y que todo va a depender de en qué te estás concentrando. A veces cuando he tenido un deseo mantenido y no se realiza, me he preguntado muchas veces por qué y sabes lo que he aprendido, he aprendido que es un deseo que está dentro de mí, pero al profundizar en el mismo me doy cuenta que en realidad no lo quiero ver realizado y/o opongo tanta resistencia que al final el que triunfa es el no. Así sucede cuando está de por medio Doña Duda, por tanto, yo permanezco fuera de la frecuencia de mi deseo y no soy igual o equivalente a él. NUNCA lo voy a recibir por la razón de que me siento muy apartado de mi deseo.
Solo convirtiendo la incertidumbre en certeza sucederá el milagro, solo cuando yo crea que estoy convencido de que recibiré lo que deseo.
Cuando damos por hecho el deseo o propósito, estamos limpiando desde ya el camino de malas hierbas, para lograr ver realizado lo que en sueños imaginamos. La imaginación es tan potente que es la antesala de las realizaciones. Un pensamiento positivo, una imaginación definida y fértil, y una fe en el triunfo es un pasaje al éxito.
Imagina tu deseo como realizado, si esta idea de creer tener lo que no tienes, te hace parecer ridículo y generarte más bien algún malestar o estado de incredulidad, te doy la alternativa de que pienses que estás ya muy pronto en camino a alcanzarlo, o de convertirte en lo que anhelas.
Habla y agradece por el bien ya recibido, o por el que en breve recibirás, aunque insisto en que ya todo te fue dado. Son las cortapisas que ponemos a nuestros pensamientos las que nos separan de la prosperidad.
