"Locura es hacer las mismas cosas una y otra vez y esperar resultados diferentes."

Definición de locura - Anónimo




"Si queremos lograr algo que nunca hemos logrado debemos de estar dispuesto aprender cosas que nunca hemos aprendido y hacer cosas que nunca hemos hecho."

Brian Tracy

lunes, 1 de marzo de 2010

Un Libro, una Fórmula y un Millonario


Por Oswaldo Guerra


En la literatura que aborda temas de prosperidad hay un libro titulado El Millonario Instantáneo, de Mark Fisher, que si no lo has leído aun te lo estoy recomendando desde aquí. Es un relato ameno y esclarecedor, muy estimulante y que inyecta en nuestra mente poderosas ideas para abrirnos a la abundancia del mundo y de las ideas positivas.

Quiero hacer énfasis en una parte del título del relato que hace referencia a lo instantáneo. A veces tenemos el pensamiento de que para lograr nuestras metas es necesario mucho esfuerzo o mucho tiempo y al anidar estas ideas estamos preparando el camino para atraer a nosotros eso mismo, o sea, esfuerzos y exceso de tiempo para alcanzar el objetivo propuesto.

Ya sé que hay un tiempo para todo, mi apreciado lector, y eso es muy bueno, dejar que todo árbol de sus frutos cuando debe darlos y así no tendremos que comernos un mango verde, cuando lo apetecemos maduro, pero a lo que me refiero es que muchas veces entorpecemos con nuestra propia mente lo que el universo nos tiene reservado y es posible que lo materialice para nosotros ¡Ya!

Pero… ¡Oh! los peros… que son como la vaca del cuento, sembramos en nuestra cabecita ideas de dificultades, muchas veces creadas por nosotros mismos y como lo que sembramos, cosechamos… no pretendamos al decir del poeta cubano José Martí sembrar cardo y ortiga y querer cultivar una rosa blanca, la misma que el poeta ofrece en su magnánima generosidad para “el cruel que me arranca el corazón con que vivo”. Por cierto, que buen ejemplo da aquí el escritor para siempre hacer el bien hasta a nuestros propios enemigos, son unos “versos sencillos” de una asombrosa profundidad.

Lo cierto es que me gusta creer en lo instantáneo, cuando realmente estamos preparados para recibirlo, porque ya se sabe, nadie está preparado para nada si aun no está convencido de que puede alcanzarlo, en otras palabras, el maestro aparece cuando el alumno está preparado… Entonces no entorpezcamos, no demoremos con pensamientos negativos lo que por derecho nos pertenece o ya nos fue otorgado, no sea que lo veamos hecho realidad cuando ya no lo necesitemos.

Cuando tenemos esa fe que mueve montañas, estamos preparados para materializar objetivos. Todo es mente y la ley de la atracción se cumple como toda ley del universo que se respete ¡No faltaba más!

Me permito citar una máxima a la que se hace referencia en El Millonario Instantáneo que dice: “Carácter es igual a destino”. Aprende a controlar tu mente y estarás controlando tu vida.

Quiero compartir contigo parte del diálogo que el joven establece con el millonario en este libro:


— ¿Siempre ha sido usted feliz? —le preguntó el jo­ven.

—En
realidad, no. Ha habido épocas en las que era completamente desgraciado. Incluso
me pasó por la ca­beza la idea del suicidio. Hasta que llegó un día en que
yo también conocí a un millonario excéntrico que me enseñó casi todo lo que le
estoy enseñando a usted. Al principio, sin embargo, yo me mostré bastante
escéptico.

Era incapaz de creer que esta teoría pudiera apli­carse a
mi caso, incluso a pesar de que él era la prueba viviente de que funcionaba. Al
final, dado que había intentado todo tipo de cosas y seguía sin triunfar, y que
no tenía nada que perder, estuve dispuesto a intentarlo. Tenía treinta años y
sentía que estaba desperdiciando mi vida. Parecía como si las cosas se me
escurrieran en­tre los dedos.

—Estoy seguro de que ahora no se
arrepiente de haber aplicado los consejos que le dio aquel excéntrico anciano.

—Él me decía a menudo que yo podía convertirme en el amo de mi vida y
controlar todos los hechos que tenían lugar en ella. Pero yo no le creía. Me
parecía ciencia ficción. Entonces un día, cansado de oírle repe­tir una y
otra vez la misma cantinela, me dije que tal vez tuviera razón, que era posible
que la vida no fuera como yo siempre había pensado que era: una serie de hechos
más o menos impredecibles e incontrolables en los que la suerte y el destino
actuaban como reyes. Sen­tí que tal vez podría controlar mi destino si
comenzaba a dominar la mente.

Me di cuenta de que estaba empe­zando
a pensar de esta manera, en otras palabras, se es­taba produciendo en mi
mente una revolución por el mero hecho de haber repetido la fórmula que él me
ha­bía enseñado: CADA DÍA, EN TODOS LOS SENTIDOS, ESTOY MEJOR Y MEJOR. Mi
mentor también me enseñó otra, que en mi opinión todavía es más poderosa, al
menos por lo que se refiere a mi experiencia personal. Como es natural, se la
recomiendo de todo corazón, aunque, por ser de naturaleza un poco religiosa, hay
algunas perso­nas que la dejan de lado. Es una pena dado que tiene un efecto
valiosísimo sobre la mente. Repetir esta fórmula me ha calmado cuando me sentía
angustiado o ansioso, y me ha dado respuestas cuando las necesitaba de
ver­dad.

La tranquilidad es la gran manifestación del poder. Mire a
los fuertes y poderosos: están tranquilos. ¿Y cuál es el símbolo del supremo
poder? Dios, desde luego. Esta es una de las razones que hace tan efectiva la
fór­mula que voy a darle a continuación: TEN CALMA Y SABE QUE YO SOY DIOS.
Repítalo a diario tan a menudo como pueda. Le traerá esa sensación de serenidad
tan necesa­ria para enfrentar los altibajos de la vida. Cuando mi mentor
decidió revelármela, la anunció diciendo que, de todos los secretos del mundo,
este era el más precioso.

Fue el legado espiritual que me hizo, y es el
que le hago yo a usted. Esto tendría que convencerle del poder de esta fórmula.

—Espero que no se esté convirtiendo usted en un predicador —respondió el
joven—, pero comprendo su mensaje.

—Gracias a la repetición de esta
fórmula —dijo el anciano—, que al principio me pareció un tanto extra­ña,
desarrollé un nuevo poder interior. Este poder, que jamás ha dejado de crecer a
lo largo de los años, me ha permitido recordar algo que el viejo millonario me
repi­tió una y otra vez: PUEDO HACER CUALQUIER COSA, nada sería imposible
para mí, tan pronto como me convirtie­ra en dueño de mi destino.

Así
que, poco a poco, me convencí a mí mismo que podía dirigir mi vida
exacta­mente hacia donde yo quería que fuese. He continuado aplicando la
fórmula y he hecho lo que mi mentor me pidió que hiciera. Y yo también quiero
que usted haga lo mismo.

Y hasta yo quiero que tú también hagas lo mismo, pero no nos engañemos más, dejémosle esa tarea a los políticos y a cierta publicidad. Digamos hablando claro que primero tienes que creértelo tú ¿Qué te parece? Nadie se lo va a creer por ti, así que te dejo esto de tarea para la casa, ja, ja, ja… Ah, te ríes, pues mira que esto va en serio, pero te digo el secreto bien bajito para que nadie se entere: el secreto está en tomárselo como si fuera un juego.

Espero que está fórmula de muchos frutos en tu vida, es mi mejor deseo mis querubines, pero recuerda para eso primero tienes que creértela y hacerla una realidad en tu mente para que entonces se la crea Don Subconsciente y veras los resultados. Espero vuelvas por aquí y me cuentes de tus experiencias o me dejes un comentario aquí y ahora.

1 comentario:

  1. Amigo Osvaldo he acabado de leer su formula y me ha parecido super interesante ya que nos hace pensar realmente todo el tiempo que hemos echado a perder quizas momentos valiosos de nuestras vidas.

    Tambien debo decirle que esos momentos nadie los echo a perder solo nosotros mismos muchas veces con nuestros propios pensamientos asi como con ideas erroneas.

    Hasta ahora las cosas que le leido las encuentro super interesante porque asi es que funciona la vida linda que tenemos. La vida espera de nosotros aunque nosotros los seres humanos nos pasamos la vida esperando algo de la vida sin darnos cuenta a veces que nosotros somos los que debemos hacer y atrevernos a vivir nuestra propia vida y dominar nuestra propia mente. Como decia un libro que lei hace mucho tiempo acerca de la grandeza de la mente humana que no hay computadora mas grande que la mente humana y asi mismo es aunque a veces no la sepamos usar, que creo que como todo lo que logramos en la vida sea bueno hasta a veces las cosas que no se desean se atraen con la propia mente, claro sin quererlo tambien.

    Amigo a veces no tenemos tanto tiempo por las cosas cotidianas que tenemos dia a dia que hacer aunque le prometo que tratare de leer sus articulos y quizas los imprima para llevarlos conmigo, de alguna forma eres un angel asi que espero que a traves suyo muchas personas encuentren un poco de paz y sabiduria para tratar de vivir con mas calma y saber como lograr nuestras metas.

    Mis saludos Asaraya

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